miércoles, 1 de abril de 2009

Todo sucede por sí mismo

El sábado pasado tuve el privilegio de conocer a Tenzin Namdrol, monja budista ordenada novicia en 1996 por el Dalai Lama. Fue un encuentro muy cercano, con pocas personas, en el que esta mujer excepcional habló sobre Budismo y Psicología Analítica, los grandes puntos de encuentro con el pensamiento junguiano. Por supuesto que no es una coincidencia que existan estos puntos en común ya que Jung basó gran parte de su teoría en sus estudios sobre filosofía y religiones orientales.

En el encuentro con personas espiritualmente avanzadas, cada mensaje es de tal profundidad que una sola frase podría ser motivo de reflexión para el resto de la vida. Es por eso que no hay manera de resumir lo expuesto.

Sin embargo, al final del encuentro Tenzin entregó a cada uno de nosotros un texto del lama Gendun Rinpoche, llamado "Livre E Fácil" (El texto está en portugués pero fue tomado de la traducción en inglés "Free and Easy").

Es una canción vajra espontanea (o canción diamantina, en la que los maestros cantaban sobre su percepción de la realidad y su experiencia espiritual), que habla de grandes verdades del espíritu con una simpleza abrumadora.

Sin más introducción transcribo a continuación estas palabras de inmensa sabiduría:

Una Canción Vajra Espontanea

La felicidad no puede ser encontrada
a través de gran esfuerzo y fuerza de voluntad,
ella ya está presente en el relajamiento abierto y en el dejar ir.

No se esfuerce,
no hay nada para hacer o dejar de hacer.
Cualquier cosa que surja momentáneamente en el cuerpo-mente
no tiene ninguna importancia real;
tiene poca realidad.
¿Por qué identificarse y apegarse,
transmitiendo un juicio a ella y a nosotros mismos?

Es mucho mejor simplemente
dejar todo el juego suceder por sí mismo,
levantándose y cayendo de nuevo como olas –
sin cambiar o manipular nada
y percibir cómo todo desaparece y reaparece,
mágicamente una y otra vez,
en un tiempo sin fin.

Sólo nuestra búsqueda de la felicidad
nos impide verla.
Es como un arco-iris vívido que usted persigue sin alcanzarlo,
o como un perro corriendo detrás de su propio rabo.
A pesar de que la paz y la felicidad no existen
como una cosa o lugar real,
ellas están siempre disponibles
y lo acompañan en cada instante.

No crea en la realidad
de las experiencias buenas y malas;
ellas son como el tiempo efímero de hoy,
como el arco-iris en el cielo.

Queriendo asir lo inasible
usted queda exhausto en vano.
En el momento de abrir y relajar ese puño cerrado del apego,
el espacio infinito aparece allí – abierto, atrayente y confortable.

Haga uso de esa espaciosidad, de esa libertad y bienestar natural.
No busque nada más.
No vaya para la selva confusa
a buscar al gran elefante despierto
que ya está descansando tranquilamente en casa
al frente de su propia chimenea.

No hay nada para hacer o dejar de hacer.
Nada que forzar
Nada que querer
Y nada que perder –
¡Emaho! ¡Maravilloso!
Todo sucede por sí mismo.

(Lama Gendun Rinpoche. Free and Easy: A Spontaneous Vajra Song. In Nyoshul Khen Rinpoche.
Natural Great Perfection: Dzogchen Teachings and Vajra Sobgs. Ithaca: Snow Lion, 1995. Pág. 93-101)




2 comentarios:

momo dijo...

Como siempre, espectacular tu articulo. Apenas lo lei me acorde inmediatamente de un poema hermosisimo que a mi parecer trata del mismo tema. La felicidad es el camino y no un destino. El autor, Constantino Cavafis, nos remonta al viaje de Ulises a Itaca:

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
no temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al colérico poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Posidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante tí.

Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nacar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

Ana María Salazar Villegas dijo...

Momo, gracias por ese poema tan maravilloso y tan pertinente. Lo conocía pero no recordaba al autor. Como mencionas, es el mismo mensaje del texto budista.

Es increible que ese mensaje se repite una y otra vez en las más diversas culturas y momentos de la historia de la humanidad, lo que muestra su naturaleza arquetípica.

En su travesía a Ítaca Ulises realiza el viaje del heroe, que en realidad es una metáfora sobre el camino del autoconocimiento y la individuación.

Con ese poema tan lindo me inspiraste para escribir un poco más sobre esa metáfora de Odiseo, que para nosotros los occidentales cumple un papel fundamental a nivel psicológico.

Prometo un post sobre este tema tan apasionante.

Gracias por tus maravillosos aportes.